
Desde tiempos inmemoriales los nativos de muchas partes del mundo han dependido de sus perros en su lucha por la supervivencia. En el Norte, donde el clima es severo y la vida una constante batalla contra los elementos, estos animales han seguido siendo compañeros imprescindibles para el hombre hasta bien entrado el siglo XX.
Una tribu de inuits, que vivían en Alaska, llamada mahlemiut, criaba Alaska Malamutes, estos perros eran famosos por su belleza y su características de fuerza y resistencia, los hacían ideales para el tiro, realizando grandes desplazamientos con mucho peso.

Eran de tamaño más grande y potentes que los otros perros nórdicos, de apariencia muy parecida al lobo y grandes colas llevadas sobre el lomo. Tienen una personalidad propia, quizás por ser perros tan próximos al lobo. La mirada de un Malamute, es penetrante, uno se pregunta si saben lo que estamos pensando, o si captan nuestro estado de ánimo de manera instintiva. Son fuertes y a la vez de movimiento rápido y fluido, parece que no le cueste mover sus aproximadamente 50kg.
La inteligencia de esta raza, nos llega a sorprender, es capaz de tramar planes para conseguir el fin que desea, muchos propietarios de Malamute, cuentan como han sido capaces de salir de la perrera, escarbando, trepando o saltando.
Es una raza ideal, para gente aventurera que le guste el campo y el deporte. De todas las actividades deportivas, la de tiro como el mushing, el skijorin o la pulka escandinava , son las preferidas. Estas modalidades deportivas , requieren compenetración entre perro y conductor, generando un vínculo entre perro y hombre de confianza ,colaboración y compañerismo, para toda la vida.

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