Se trata de uno de los pilares más importantes de su salud. Va a determinar no sólo el correcto desarrollo en sus primeras etapas del crecimiento sino también la salud de toda su vida.
A la hora de decidirse por un tipo de alimentación u otra, lo ideal es dejarse aconsejar por nuestro veterinario de confianza, él más que nadie como experto en nutrición, es el que mejor nos aconsejará sobre la alimentación ideal de nuestra mascota.
No obstante nos parece acertado dar unas sencillas nociones de fácil entendimiento para ayudarnos a la hora de decidir por una alimentación u otra, a la hora de leer una etiqueta o simplemente para disponer de un poco de criterio ante la avalancha de argumentos con la que cualquier comercio, supuestamente experto, nos va a bombardear para intentar justificar la gran calidad del pienso que nos está vendiendo.
Así, en el mercado existe una oferta extensísima y a veces nos podemos sentir aturdidos ante la elección de lo más conveniente para nuestro animal.
La primera tarea es desmitificar la utilización de comida seca en contraposición a la comida húmeda. Si bien es cierto que la comida seca tiene sus ventajas, también la húmeda las tiene. El pienso es un alimento práctico y limpio que podemos dejar en el comedero sin que huela y sin que se deteriore a corto plazo.
En contra no es lo más apetitoso y tampoco es lo que más se parece a la alimentación natural que nuestra mascota pudiera tener en la naturaleza. La alimentación húmeda en cambio satisface el paladar al mismo tiempo que se asemeja más a la textura de los alimentos consumidos en la naturaleza.
Ambas, tanto la seca como la húmeda, son altamente nutritivas y están formuladas para satisfacer todas las necesidades de nuestra mascota. Siempre con el pienso hemos de utilizar menos cantidad para un mismo animal que si utilizáramos comida húmeda, ya que al estar concentrado tiene menos humedad.
También con el pienso contribuimos al rascado mecánico de las piezas dentarias previniendo de algún modo la acumulación de placa sobre la superficie dental, aunque la forma correcta de prevenir la placa y el sarro es una buena limpieza con pasta y cepillo un par de veces a la semana.
Nuestro consejo es la combinación de ambos tipos de comida. No hay nada más gratificante que observar con que alegría espera nuestra mascota esa vianda de carne o lata de su sabor preferido y con qué placer acaba hasta el último resto de su comedero. Hacerlo de esta manera no convierte las comidas en algo monótono, hay que disfrutar comiendo también.
Por otro lado , en el caso de los gatos, es aconsejable utilizar en mayor medida la comida húmeda en su alimentación diaria para prevenir problemas urinarios tan frecuentes en esta especie. En su medio natural dependen de las presas vivas, éstas ya contienen un alto porcentaje de agua con lo que no la consumen con tanta frecuencia de forma directa de su bebedero. Por lo que administrar comida húmeda frecuentemente incrementa la cantidad de agua que ingieren sin necesidad a que vayan a su bebedero a consumirla directamente.
Otro punto importante es la composición analítica. Debemos saber que un alimento no es mejor que otro porque lleve más o menos proteína, grasas o carbohidratos. Probablemente si un pienso lleva más proteína que otro será porque está destinado a cachorros o a perros con una alta actividad y no a perros adultos. Es como comparar un camión y un utilitario. El primero es para cargar mercancías y el utilitario es para movernos por la ciudad, cada uno es bueno para lo que está destinado.
Los porcentajes de cada uno de los nutrientes vienen legislados, de manera que si un determinado alimento tiene que salir al mercado tiene que cumplir con las especificaciones analíticas en proteína, grasa, carbohidratos y demás que marca la ley para el grupo de animales al que vaya destinado. Así, por ejemplo, un alimento seco para cachorros no bajará del 28% de proteína mientras que si está destinado para animales adultos de actividad normal no subirá del 26%.
Por tanto, ¿qué es lo que hace que un alimento sea mejor que otro? el origen de las proteínas, los carbohidratos y de las grasas, es decir, de los ingredientes, de la materia prima, en definitiva de la digestibilidad. No es lo mismo una proteína extraída de plumas que de carne de pollo. Las dos son proteínas, pero las de la carne de pollo las digerimos mejor y las de las plumas atraviesan el tracto digestivo y se expulsan igual que entraron, sin digerir, por tanto no nutren. El animal debería comer mucha más cantidad de un alimento poco digestible para obtener lo mismo que con un poco de alimento muy digestible. Así pues al final lo que diferencia a un alimento de mejor calidad de otro de peor calidad es la materia prima de la que está hecho, la digestibilidad.
En el mercado hay disponibles alimentos de gran digestibilidad, más aún los denominados “grain free”, alimentos más acordes con la natural dieta del animal, que no incorporan como fuente de nutrientes los alérgenos más comunes como son los cereales y la soja, que son muy habituales en una gran variedad de alimentos al ser una fuente más barata de carbohidratos y proteínas.
En conclusión, a un alimento hay que exigirle que sea digestible, de esta manera el animal aprovechará todos los nutrientes, tendrá que comer menos cantidad, hará menos deposiciones y más consistentes y se reflejará en la salud de la mascota durante toda su vida.
En nuestros centros Petsworld le aconsejaremos de forma concreta y personalizada sobre el alimento que más se ajusta a las necesidades de su mascota según su etapa de la vida.
Y recuerde que una buena elección le ahorrará tiempo, dinero y disgustos.
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