El dragón barbudo (Pogona vitticeps) es una especie de saurópsido escamoso de la familia de los agámidos originario de las regiones desérticas y semidesérticas de Australia. Es diurno, omnívoro y terrestre semiarborícola. Actualmente es comercializado como mascota en diversos lugares del mundo. Recibe este nombre por el repliegue de piel, con escamas puntiagudas que tiene debajo de la garganta. También tiene el cuerpo recubierto de espinas blandas.
Es un lagarto de paso firme con garras no retráctiles. Sus párpados pueden cerrarse y abrirse. Su gran cabeza triangular diapside está rodeada por una hilera de escamas espinosas bajo el cuello, que le sirve para intimidar a posibles rivales o a depredadores. Cuando se siente amenazado, el dragón barbudo abre ampliamente la boca, desplegando al mismo tiempo su barba de espinas, la cual se colorea de negro, con el fin de impresionar sus adversarios. Una serie de escamas espinosas está también presente a ambos lados del cuerpo. A lo largo de su espalda tienen dos hileras de manchas. Las «fases» de coloración son muy diversas.
Los machos adultos, que llegan a medir hasta 60 cm de largo y a pesar 450 g, son más grandes que las hembras; poseen varios poros femorales bien diferenciados situados dentro de los muslos. Los abultamientos del hemipene a ambos lados de la cola, son visibles en los machos.
Hay dragones barbudos de una gran variedad de colores, incluyendo castaño, pardo, gris, verde, rojizo, y anaranjado. Cada individuo es capaz de experimentar cambios muy leves de su color para ayudar a regular su temperatura y expresar su estado de ánimo.
Los dragones barbudos son reptiles terrestres semiarborícolas, por lo que son buenos trepadores y pasan una buena parte de su tiempo sobre ramas o arbustos. Aunque se trata de animales de hábitos diurnos, como la mayoría de animales cuyo hábitat es el desierto, pasan las horas de mayor exposición solar escondidos en cuevas bajo tierra.
En cuanto a su alimentación, estos lagartos son omnívoros, pues comen insectos, pequeños vertebrados y también plantas, hierbas, frutas y algunas flores. Su variada dieta se debe a que en su lugar de origen la comida suele escasear, por lo que no son muy quisquillosos a la hora de alimentarse.
El tiempo de vida de un dragón barbudo varía según la raza y las condiciones de vida de cada uno, generalmente pueden durar de 10 a 15 años en cautividad.
En su hábitat natural este tiempo se puede ver reducido por los depredadores o por las condiciones de un ambiente adverso, así como también por enfermedades adquiridas en su entorno.
Para que estos animales tengan una vida placentera y cómoda, debes vigilar el tamaño, la humedad y la temperatura del terrario; tener un lagarto no es tan sencillo como pueda parecer y necesita una pequeña inversión inicial.
Por ejemplo, es aconsejable brindarle dos zonas distintas con diferente temperatura, una con unos 22 grados y otra con unos 38 grados. Con ello emulamos las condiciones climáticas de su hábitat natural.
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