Cuando se acerca esta época del año aparece la posibilidad de que nuestras mascotas, especialmente los perros, tengan ese encuentro tan desagradable con este tipo de oruga conocida como procesionaria del pino. Llamada así por su característica forma de moverse en el suelo formando una fila que simula una procesión, se las puede encontrar fácilmente en el suelo de parques y bosques donde hay pinos, ya que es en estos donde ponen los huevos y construyen los nidos, esos bolsones blancos que suelen verse en estos árboles más o menos entre los meses de noviembre y diciembre.
El riesgo mayor de intoxicación ocurre entre los meses de febrero y abril, pero debido al clima tan benigno que disfrutamos en esta zona de España, no es raro verlas antes, en enero o incluso hemos visto algún caso a finales de diciembre.
¿Como se intoxica nuestro perro y cuales son los principales síntomas?
Cada individuo mide unos 3-4cm de largo y la superficie de su cuerpo esta cubierta por unos “pelos” que funcionan como dardos urticantes que la oruga lanza cuando se siente amenazada. Incluso “pelos” caídos o llevados por el viento pueden producir síntomas. El contacto de las partes más expuestas del animal como boca, ojos, hocico o almohadillas con ellos produce una cascada de síntomas clínicos más o menos graves según el grado de contacto, lugar de absorción y tamaño del animal:
- Inquietud, cambio de comportamiento, picor en el hocico.
- Babeo exagerado.
- Vómitos
- Glositis: inflamación de la lengua.
- Estomatitis necrotizante: pérdida de parte los tejidos de la mucosa oral.
- Si el contacto es ocular, conjuntivitis incluso úlceras corneales de más o menos gravedad que pueden llegar a perforar la cornea.
- Rinitis aguda.
- Si llegan a ingerirse, úlceras gástricas incluso la muerte especialmente en animales de pequeño tamaño.
Prevención
La mejor medida es evitar la exposición en los periodos de riesgo, es decir, no pasear con nuestros perros por pinares o parques donde haya estos árboles entre Enero y Abril y más si hemos visto en las ramas los típicos “bolsones” blancos o nidos de procesionaria.
Dar parte, si se puede, a las autoridades competentes para que instauren las medidas correspondientes según sus protocolos ya que, al igual que sucede con nuestras mascotas, también son peligrosos para los seres humanos, especialmente niños.
¿Que hacer si sospecho que mi perro ha contactado con la procesionaria?
- Si tras pasear por un área de pinos observas que tu perro babea más de lo habitual, vomita, esta inquieto, se toca el hocico con las extremidades delanteras o tiene una conducta anómala acude lo mas rápidamente posible a la clínica veterinaria ya que el tratamiento precoz es la mejor manera de evitar secuelas importantes en el futuro e incluso de salvar la vida del animal en los casos más graves.
- Nunca lavar la zona afectada con agua fría, en todo caso con agua templada ya que el calor desactiva la toxina.
- Evitar frotar la zona lesionada ya que romperemos los pelos y facilitaremos la liberación de la toxina. También evitar a ser posible que el animal se lama otras zonas del cuerpo y que se frote el hocico.
- Importante: la sustancia tóxica esta en el pelo, boca y saliva del animal por tanto evitar tocar al mismo sin guantes o que nos lama ya que podemos resultar afectados nosotros.
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