Nuestros amigos peludos son más propensos a padecer de parásitos, esos amiguitos tan desagradables que pueden incluso hacer de las suyas en nuestra familia humana. Debido a la cantidad de pelo que tienen, a su modo de vida tan cercana al suelo y a su curiosidad innata que los incita a comer y a olisquear todo lo que encuentran, es frecuente que alojen algún habitante indeseable. De forma general podemos dividir a los parásitos en dos grupos: parásitos externos y parásitos internos.
Los parásitos externos, piojos, pulgas, garrapatas e incluso mosquitos, viven y/o se alimentan sobre la superficie del perro. Se alimentan de su sangre; la necesitan para procrear. Causan una desagradable sensación al picar y son transmisores de enfermedades graves para nuestra mascota y también para los humanos (será tema de otro artículo). Contra este tipo de parásitos existe un abanico muy amplio en el mercado de productos, que podríamos encuadrarlos en cuatro grandes grupos:
- Productos spot-on (pipetas), son prácticas y eficaces. Se depositan sobre la piel del animal, apartando el pelo, y ofrecen una protección de entre tres y cuatro semanas dependiendo del parásito. Es necesario recordar que contra los mosquitos, la protección no suele exceder de las tres semanas.
- Los sprays, ofrecen una buena protección igual que los productos spot-on, sólo que no son tan prácticos al tener que aplicarlos sobre toda la superficie del animal.
- Los collares, también son muy prácticos y seguros, eso sí, hay que huir de imitaciones y de los productos de bajo coste, que al final salen caros.
- Los comprimidos orales son muy buena opción en caso de ineficacia de los anteriores, el único inconveniente es que no ofrecen protección contra el mosquito.
El ambiente, los hábitos del animal y su situación sanitaria van a determinar el uso de uno o varios sistemas de protección, siendo el profesional veterinario el que mejor va a aconsejar sobre este aspecto.
Los parásitos internos, más comunes son las lombrices. Todas nuestras mascotas tienen posibilidad de padecerlos y según la zona en la que vivan, la edad y los hábitos alimentarios tendrán más o menos riesgo de infestarse. Para prevenir y tratar estos gusanos internos, existen en el mercado comprimidos que actúan eficazmente, algunos con más espectro de acción que otros.
La frecuencia con la que se administran estos compuestos va a depender, como antes he comentado, de la situación de riesgo de cada animal, siendo por tanto necesario determinar en cada caso particular la mejor opción de tratamiento.
En nuestros centros Petsworld, los veterinarios te aconsejarán sobre la opción de tratamiento más adecuada que se ajuste a tu mascota.
Acércate y consúltanos.
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