En la actualidad, llevamos un tren de vida caracterizado por las prisas y el ajetreo, jornadas maratonianas y actividades extraescolares. Si dispones de poco tiempo y espacio, pero sientes un amor incondicional por los animales, un conejo puede ser una buena opción como mascota.
Tienen un carácter afable, tierno y simpático, lo que los hace ideales para niños, enseñándoles responsabilidad y aprender a cuidar de un ser vivo. Son animales muy limpios e inteligentes, llegando incluso a atender a su nombre u obedecer órdenes básicas.
Muy juguetones e independientes, les gusta explorar todo su entorno, por lo que tened cuidado si los dejáis deambular sueltos por la casa. Son roedores y bastante destrozones si no tienen más alternativa que mordisquear vuestros muebles, paredes o cables.
No requieren de una gran dedicación ni cuidados, pero la mayoría de las patologías que pueden desarrollar se derivan de un mal manejo. Por ello, a continuación te damos una serie de consejos para mantenerlos sanos y poder disfrutar de ellos como uno más de la casa.
Primero unas Generalidades. Tienen una vida media de 8-10 años, con casos excepcionales que alcanzan los 20 años. La madurez sexual depende de varios factores como la estación del año (suelen madurar entorno a la primavera, por lo que aquéllos nacidos en verano serán más tardíos), o la presencia de otros conejos en su entorno (siendo más precoces los que vivan en compañía de otros congéneres, que los que viven aislados). En general, diremos que terminan de desarrollarse alrededor de los 6 meses, edad en que se suele recomendar esterilizar, haciendo especial hincapié en el caso de las hembras (con mayor número de desórdenes de origen reproductivo).
Cabe recordar que son mascotas de ámbito nocturno, por lo que son más activas al caer el sol. Deberéis tener en cuenta este detalle de cara al ruido que puedan hacer en caso de que habite en el mismo espacio que algún miembro de la familia.
Seguidamente, trataremos el tema del Alojamiento. En la mayoría de los casos, pasarán gran parte de su vida en una jaula, a la que hay que considerar como »su casa». Por tanto, debe mantenerse lo más saludable posible, limpiando a fondo semanalmente, como mínimo. Se recomienda utilizar un sustrato absorbible y heno, que no sólo utilizarán como lecho para descansar sino también como alimentación. Se debe evitar los materiales polvorientos como arenas de gato, ya que contribuyen al desarrollo de afecciones respiratorias.
En cuanto al tamaño, debe ser lo suficientemente grande para que sea capaz de moverse con soltura, sin que se sienta restringido de movimientos. Se aconseja dejarles salir a hacer ejercicio al menos 4 horas diarias, siempre de forma controlada y bajo supervisión.
Es recomendable colocar bebederos de tipo chupete, que reducen el riesgo de encharcar la jaula o a sí mismos. Por el contrario, no es necesario habilitar un comedero como tal porque tienden a lanzarlos, desperdigando su contenido por la jaula; en todo caso, deberá disponer de un sistema de anclaje para evitar que lo vuelquen.
En cuanto al Medio Ambiente, son animales especialmente sensibles a las altas temperaturas, ya que controlan su temperatura corporal mediante los vasos sanguíneos de las orejas, careciendo así de jadeo o sudoración. De tal forma, deberemos tener especial cuidado en verano para evitar golpes de calor. También hay que vigilar las corrientes de aire, que facilitan los problemas respiratorios; en cuyo caso se recomienda proveer alguna estructura, como casetas, o material como cartón para poder protegerse y ocultarse.
Otro aspecto a tener en cuenta es que son animales que pasan parte de su rutina diaria aseándose, al igual que nuestros amigos felinos. Para evitar que desarrollen problemas digestivos por bolas de pelo, se recomienda cepillar a nuestra mascota con cierta regularidad, siempre dependiendo de la longitud de su pelaje; además de administrar compuestos de malta para gatos o comprimidos de papaya específicos de conejos.
A continuación, vamos a ocuparnos de la Nutrición. Los conejos son herbívoros estrictos y comen de forma continua a lo largo del día. Se recomienda que el 80% de su dieta diaria sea forraje, preferiblemente heno porque la alfalfa es un alimento muy calórico y con alto contenido en calcio que favorece la formación de piedras en la vejiga (cálculos urinarios). Se debe controlar la cantidad de pienso que se le administra, aunque sea más apetecible para ellos, porque facilita los problemas dentales y digestivos. Siempre se puede suplementar con frutas (manzana, pera, melocotón, fresas…) o verduras de hoja oscura (no se recomienda la lechuga). Se aconseja que, en tal caso, estén a temperatura ambiente y no muy maduras. El frío de nuestra nevera y la gran cantidad de azúcares, respectivamente, son circunstancias que resienten la digestión de nuestra mascota y se traduce en problemas digestivos caracterizados por diarreas.
Respecto a la Medicina Preventiva entendida como las acciones llevadas a cabo por un veterinario para prevenir enfermedades, podemos hablar de dos temas: las desparasitaciones internas y externas, y las vacunaciones. En cuanto a las primeras, se recomienda desparasitar internamente cada 6 meses y/o siempre que haya evidencia de parásitos intestinales en las heces. Externamente, hay que valorar el riesgo de exposición a ectoparásitos como pulgas y garrapatas, sobretodo si vive en un entorno como una parcela o jardín, o si convive con otros animales, como perros y gatos. En tales casos, el riesgo es mayor que si vive en un piso o a solas. Nunca olvidar que los productos que se utilizan para tales menesteres son específicos de conejos, consulta a tu veterinario en caso necesario.
En lo relativo a las vacunaciones, se recomienda protegerlos frente a las enfermedades víricas más peligrosas que en la mayoría de las ocasiones son mortales porque no tienen tratamiento específico. Hablamos de la mixomatosis, aplicando una dosis cada 6 meses, normalmente en primavera y otoño; y la enfermedad vírica hemorrágica, de vacunación anual.
Para acabar, unas leves pinceladas de las patologías más frecuentes:
- Patologías dentales: los dientes de los conejos han evolucionado hacia un crecimiento continuo durante toda su vida, lo que se traduce en una necesidad de desgaste constante que sólo se consigue con una dieta equilibrada como ya se ha comentado más arriba. Algunos síntomas que nos pueden alarmar son: babeo y/o lagrimeo excesivo, descarga nasal, cambios en su apetito volviéndose más caprichoso, rechazo de la comida, o pérdida de peso y abcesos en el peor de los casos.
- Patologías gastrointestinales: debido a bolas de pelo, una dieta inadecuada o situaciones de estrés (son animales considerados presa en el medio ambiente, por lo que suelen tener un carácter asustadizo si no se les maneja con cierta regularidad), pueden desarrollar un desorden de vital importancia conocido como »íleo paralítico». Esto consiste en que el movimiento intestinal se detiene, dejan de comer y no defecan. Si no nos damos cuenta a tiempo, puede tener un fatal desenlace.
- Patologías respiratorias: no solo de origen bacteriano o vírico, también por golpes, cuerpos extraños, origen cardiaco, estrés o alergias.
- Patologías de la Piel: como dermatitis en las almohadillas si no limpiamos la jaula con suficiente frecuencia, ácaros en los oídos que producen intenso picor, infecciones de oído que causan inflamación y dolor, incluso síntomas neurológicos en el peor de los casos.
- Patologías óseas: son frecuentes las fracturas debido a la fragilidad de sus huesos y al comportamiento explosivo en según qué circunstancias, como puede ser si se asustan y los tenemos mal sujetados.
- Patologías urinarias: siendo relativamente frecuentes las infecciones de orina y las piedras en vejiga (cálculos urinarios o urolitos). Ambas se caracterizan por sangre en la orina y un aumento en el consumo de agua. Los cálculos se deben, sobretodo, a un exceso de calcio en la dieta como, por ejemplo, el abuso de alfalfa en la dieta diaria, como ya se comentó anteriormente.
Si seguís estos consejos, vuestro conejo vivirá sano y feliz por muchos años. Ante cualquier duda, consultad con nuestro equipo veterinario; estarán más que dispuestos a informaros en cualquier aspecto del manejo de vuestra mascota.
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