Las enfermedades de las vías urinarias bajas en felinos (FLUTD por sus siglas en inglés) son un grupo de enfermedades con múltiples causas que afectan a la vejiga y uretra de los gatos y constituyen la urgencia más frecuente en la clínica felina.
Aunque esta enfermedad puede presentarse a cualquier edad, con más frecuencia afecta a gatos de mediana edad, machos, con sobrepeso que hacen poco ejercicio, con poco o ningún acceso al exterior, que usan el arenero dentro de la vivienda y que comen exclusivamente una dieta seca. Otros factores como el estrés ambiental, la presencia de otros gatos y cambios bruscos en la rutina diaria, pueden incrementar el riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades.
Los principales síntomas de estas enfermedades son:
- Intentos frecuentes y/o prolongados para orinar, a menudo confundidos por el propietario con intentos de defecar.
- Esfuerzo y llanto al orinar.
- Orinar pequeñas cantidades.
- Orinar fuera de la caja de arena, normalmente sobre superficies frías y suaves como azulejos y bañeras.
- Sangre en la orina.
- Lamido excesivo de la zona perineal y el abdomen.
- Síntomas gastrointestinales, anorexia, vómitos…
Puede ocurrir que este cuadro se agrave con la incapacidad total de orinar debido a una obstrucción uretral. La cual es una emergencia y requiere tratamiento veterinario inmediato, para evitar el fallo renal agudo que pueda provocar la muerte del animal.
¿Cuáles son las causas?
- 50-69% Cistitis idiopática felina (sin causa identificada, pero en estudios recientes se ha demostrado la relación que existe entre el Sistema Nervioso Central y la vejiga, por el hecho de que, como consecuencia a un estado nervioso o de estrés, se secretan sustancias que agravan la inflamación de la vejiga).
- 13-28% Urolitiasis (Cálculos urinarios)
- 10-25% Obstrucción uretral por tapones uretrales (compuestos por restos minerales, células y proteina de apariencia mucosa).
- 1-10% Infección.
- 2% Traumatismo.
¿Qué se puede hacer en casa para evitarla?
- Alimente a su gato con pequeñas comidas de manera frecuente, preferentemente comida húmeda. Consulte con su veterinario sobre la mejor dieta para su gato.
- Proporcione agua fresca y limpia en todo momento. Si es necesario, se puede recurrir a las fuentes especificas para gatos.
- Brinde un número adecuado de bandejas de arena, una más que el número total de gatos que haya en la casa, preferiblemente con arena aglomerante y no perfumada.
- Coloque las bandejas de arena en lugares tranquilos y seguros de la casa, alejados de su comida y agua.
- Mantenga las cajas de arena limpias: las heces y la orina deberán recogerse dos veces al día y cambiarse la arena cada semana.
- Evitar grandes cambios en la rutina y reducir el estrés ambiental. Para ello se puede recurrir a sprays y difusores de Feromonas que ayudan al gato a que se sienta seguro, favorece la socialización con otros gatos y hacen que el entorno le resulte más confortable.
- Proporcione a cada gato un lugar de descanso elevado, aislado y tranquilo.
- El gato debe poder moverse libremente, trepar, tener escondites y rutas de escape. Debe tener rascadores y juguetes que iremos cambiando.
- Contacto social: el gato tiene que poder decidir si jugar con otros animales o con el propietario; y poder evitar la interacción con gatos del exterior mediante ventanas.
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