Nuestros amigos peludos son más propensos a padecer de parásitos, esos amiguitos tan desagradables que pueden incluso hacer de las suyas en nuestra familia humana.
Cuando se acerca esta época del año aparece la posibilidad de que nuestras mascotas, especialmente los perros, tengan ese encuentro tan desagradable con este tipo de oruga conocida como procesionaria del pino.